lunes, 2 de noviembre de 2009

Las fases del duelo


Cuando una persona querida muere experimentamos una serie de sentimientos, unas fases anímicas que van desde el la incredulidad al dolor más irracional, hasta llegar a la aceptación y la serenidad. Supongo (bueno, no, lo sé) que sirve también para cualquier pérdida traumática, no sólo para la muerte. La pérdida de un amor grande, de un proyecto de vida que esperabas que se cumpliera, la ausencia de alguien que daba "otro" sentido a tu vida (ojo, no digo "el" sentido a tu vida) y más si es como en mi caso, de un día para otro, sin esperarlo, sin verlo venir, sin discursiones, sin indicios... Creo que en mi caso (y en muchos otros) es como si esa persona hubiera muerto, como si un día te hubiera dicho adios y nunca más hubieras hablado con ella. Yo tengo muy claro en mi memoria una tarde como las demás, tonta y entretenida... y despues del "buenas noches" "él" jamás volvió a estar conmigo (y da igual las veces que hayamos hablado, las veces que nos hayamos contado cosas, los ratos que despues hayamos compartido... él se murió aquella noche sin más, y vuelva como vuelva si lo hace en un futuro, jamás será como lo que había sido).

Las fases del duelo, las etapas que se pasan en una pérdida son la negación, la ira, la negociación, la depresión y finalmente la aceptación.

Negación, ira, negociación, depresión, aceptación...

Del "¿pero qué me estás contando?" al "que te vaya bonito" hay un camino largo, largo y dificil. Ahora, que casi lo he superado (casi, casi, la maldita palabra, util para todo y buena para nada), veo que mi mayor error ha sido que he querido acelerar en exceso todo el proceso. Soy como esos niños que caen de la bicicleta y se levantan rápido para que nadie se ria de ellos por mucho que les duelan las manos y las rodillas. A los dos dias de la noticia, queria olvidarme de él y empezar algo nuevo. Al mes, andaba tonteando con otros tios (y menos mal que la cosa no fue para adelante, porque veo con claridad quehubiera sido un desatre emocional lo que se me venía encima, otro más) . A los dos meses, pensaba que podía ser su amiga, a los tres, que era una pesada porque me durara tanto tiempo.

Y ahora me pregunto ¿por qué?

¿Qué hay de malo en llorar, en que te duelan las cosas, en no querer que alguien que estaba en tu vida y era todo se vaya de ella y la deje vacia? ¿Qúe hay de malo en vivir la perdida y el desamor, los dolores de corazón y la sensación de abandono? No queremos sufrir, eso está claro, pero si vemos la parte del final como una parte más de ese amor, es justo que tome su tiempo, como tomó su tiempo el de los tonteos, el de las declaraciones, el del amor incontrolado, el de la pasión y el de los malentendidos. Todo es parte del proceso, y un amor que termina, para que lo haga tiene que tener también su tiempo de duelo. Eso es lo que me he querido ahorrar, porque dolía y mucho. Pero para que llegue el momento del perdón, también tiene que existir el momento duro.

Negación, ira, negociación, depresión, aceptación...

El "no puede ser", lo de romper y destrozar todo lo que nos lo recuerda, el momento de "pues seremos amigos aunque solo sea eso", el de "¿qué hice tan mal para que ya no me quiera?", el de "se acabó". Una ruleta de solo cuatro meses, que intuyo que se ha cerrado en falso para mi en muchos sentidos, y que sé que me va a pasar factura más adelante si no lo hago bien. Sé que no es un proceso lineal, de subir escalones, es más como un camino que vas cubriendo fases, que te detienes en una etapa más que en otra, que algunas las pasas en un suspiro y otras no puedes avanzar. Ahora estoy en la fase en que he aceptado que todo se terminó y no hay más, pero a veces, siento que me retraso, que me enfado o que protesto, que echo de menos o que aún negocio conmigo misma. Pero he aceptado que sólo es cuestión de tiempo, de tiempo sólo. No puedo cerrar tres años en cuatro meses, no soy superwoman (y más vale que lo acepte), no estoy preparada para otras relaciones ni otros hombres, puede que lo esté en un tiempo o no lo esté nunca. Y tampoco tengo la necesidad de correr como una loca hacia el olvido. Lo que fue, fue, y fué porque tuvo que ser. Lo que es ahora es lo importante y es lo que tengo. Lo que venga, sea bueno o malo, es algo que no me preocupa en este momento. No pedí vivir un amor como el que viví, evité involucrarme en él con todas mis fuerzas. No pedí que terminara como terminó, y aunque acepto mis fallos a lo largo de la relación (terribles), no soy responsable de la forma en que otra persona decidió que terminara. Eso es algo suyo, exclusivamente y sólo él es quien tiene que valorar cómo hace las cosas. No es mi misión sacar las conclusiones sobre sus actos, bastante tengo con los mios.

Y todo esto viene (todo este rollo) a que siento que he completado el proceso, aunque no esté curada. Siento que sé que hay después de mi ruptura y aunque con el corazón dolorido, lleno de tiritas y ninguna voluntad de empezar nada nuevo, he decidido que mi historia con él termina aquí. Sé que me quedan dias malos, sé que mi confianza en los demás está dañada y que volveré seguramente a los ataques de ansiedad y al panico. Pero ¿sabéis qué? Sé que cada vez serán menos. Ya no necesito hablar de ello, o más bien siento que necesito hablar de otras cosas que no estan sólo limitadas a mi relación anterior, ya acabada. Sé que voy más allá de la ruptura, aunque el proceso duela.

Soy fuerte. Soy mayor. He pasado por cosas mucho peores, sigo pasando por cosas malas cada dia. Y buenas, y mejores, y mi vida no es solamente una ruptura con alguien que ya no me quiere. Dejemos descansar el pasado, dejemos que las cosas se asienten.

Por eso hoy esto es una despedida, por eso creo que hay que cerrar circulos y este blog es uno de ellos que faltaba. No quiero borrarlo, no quiero deshacerme de él porque han sido cuatro meses terribles pero a la vez necesarios, y tener este blog me ha hecho darme cuenta del proceso y encontrar (o reencontrar) a personas geniales. Ahora me tomo unas vacaciones de blogs y encaro otros proyectos fuera del ordenador, pero eso no quiere decir que Mai se vaya para siempre. Necesito un respiro y eso es lo que hago, pero en cualquier momento tendré necesidad de contar mi vida y volveré a buscaros.

Hasta entonces.

A algunos, nos vemos por el msn. A otros nos vemos por los blogs.

A unos, unos pocos, nos vemos en los bares.

Mil gracias. Por todo.

5 comentarios:

  1. Te echaré de menos por el mundo blogueril...

    Y si hace falta, te envío energía positiva, que ahora mismo estoy desbordado!!!


    Un beso muy grande...y hasta pronto, espero!!!

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  2. Si no fuese porque tu ida es para bien te diria que no te fueses...

    pero es para bien, ...

    Te espero, eso si, con más color. Habiendo pasado página totalmente, y si no es así, al menos, para que vuelvas a contárnoslo.

    Un beso y que te vaya bien.

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  3. Yo estoy con Sega, me alegra que te vayas porque sé que es bueno. Sí siempre vi que querías ir rápido, por eso te repetí tiempo, tiempo, pero casi todos hemos cometido el error de querer correr. Claro que aún puedes volver atrás, pero ya siempre sabrás el camino de vuelta, así que no te den miedo los retrocesos, porque ya sabes salir, así que adelante.
    Y cuando quieras aquí te esperamos, eso sí, vuelve a contarnos que tal te va la vida, alguna vez. Besos y me ha encantado estar contigo en este camino.

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