martes, 7 de julio de 2009

Reglas que seguir en una ruptura (extraídas de trágicas experiencias propias y extrañas).

- Date cinco días (diez para las relaciones más importantes y/o largas) en los que puedas desbarrar a gusto. Por desbarrar es asumir que vas a meter la pata de mala manera y no te vas a flagelar luego por ello. Si te da por cortarte el pelo, tirar los peces por el desagüe, dar a los pobres el guardarropa completo o quemar el coche, se siente, tú no eres responsable. (En algunos casos igual es necesario un seguro adicional o un impreso del psiquiatra firmado a boli). En serio, tiene que haber un periodo de luto dentro del luto en que tú no tengas que ser tú. Si los primero días le cuentas tu vida hasta a los vecinos mientras lloras (o escribes sandeces en un blog), o llamas a tu ex amor diciéndole que lo echas de menos todo esto luego no lo tendrás en cuenta. Asumirás que tú no eras tú en esos momentos.

- En los amores que al menos por una de las partes estaban vivos, no hay finales educados. Eso de “que seas feliz” mientras te alejas hacia el horizonte sólo lo hacen los que después se cortan las venas primorosamente. Si quieres enfadarte delante de el/ella (y tienes opción) pues hazlo. Si no puedes, estalla después a solas. Por experiencia propia digo que quien se guarda todo dentro termina con una bonita ulcera de estómago.

- Quita de la vista, de los cajones y de las estanterías cualquier referencia a tiempos mejores. Ningún regalo. Ni fotos, libros ni siquiera los folletos de la exposición esa a la que no fuisteis pero pensabais. Todo limpio y todo fuera. Y a buen recaudo, nada de rebuscar después por los cajones en busca de una sudadera usada.

- Lo mismo con cualquier medio que pueda poneros en contacto. Si hay niños, parientes o animales domésticos en común es mucho más difícil, pero para eso están los seres humanos llamados “familia” y “amigos” para servir de colchón disuasorio. Sabemos que te mueres por mirarlo/a a los ojos. Sabemos y estamos convencidos de que si te pone la vista encima se dará cuenta de su absurdo error y se pondrá a tus pies de inmediato… ¿Estas de broma? ¿Con esos ojos hinchados o esa barba de tres días (a Miguel Bosé seguro que le queda de vicio, pero reconoce que a ti te da un cierto aire a homeless desesperado)? Mejor que te ahorres sufrimientos y evites el contacto hasta que seas más dueño de tus actos (de preferencia la próxima década). Borra su número del móvil, su dirección de correo, los grupos de Internet que visitáis o las suscripciones a los clubs de vinos. Limpio es limpio.

- Es más, aprovecha esos puntos que tienes y cambia el móvil si puedes, coloca el ordenador donde antes no estaba, redecora la habitación y cambia el orden del salón. Se trata de que a primera vista nada te recuerde su paso por tu vida.

- Cambia de hábitos. Si corrías por la mañana, hazlo por la tarde. Si te mandaba un mensaje de móvil al despertar, deja el móvil en casa y sal sin él (la gente hace quince años no tenia móvil y no se moría nadie). Si os gustaban las pelis de acción, pásate a las románticas.

- Sal de casa. La mejor regla de todas. Sal de casa para lo que sea, no te quedes esperando. Publicita tu soltería cuanto antes entre tus amistades, tu familia y demás. En los primeros periodos de crisis, también te serán fantásticos como hombro en el que llorar. No te extrañe que te salga algún seguidor entusiasta y añada insultos a los que tenias preparados.

- Date un capricho y mímate. Cómprate algo de ropa que te apetezca (si encima no la comprabas porque a tu pareja no le gustaba, mejor que mejor), hazte con ese libro por el que suspirabas, cómprate algo extravagante y caro. Lo mejor que te ha pasado en tu vida eres tu mismo.

- Por muy sano que comas y que te cuides, en los primeros tiempos date el gusto de usar y abusar de lo que te gusta. Tienes permiso para comer chocolate, ponerte ciego a fritos o lo que sea. Pero eso si, la primera semana. Después de todo, un día no muy lejano querremos volver a usar y abusar de nuestro cuerpo… ¿o no?

- Intenta recuperar cuanto antes tu estructura social, si la descuidaste por tu pareja (y si, aceptamos que las primeras semanas el desbarrar también supone abusar del alcohol… repetimos, las primeras semanas. No vamos a dejar un hábito pernicioso para tomar otro).

- Y sobre todo, uno de los métodos más útiles que conozco. Imagina a tu ex cuando se pone a limpiar la cocina con el chándal para retirar y el pelo recogido en una coleta, o después de un día de sol, hinchada y roja. O cuando se está haciendo las piernas o el bigote. Y en la versión ella, es infalible imaginarlos con los calzoncillos sobaqueros y los calcetines puestos. ¿Ya? Pues esa es la imagen mental que a partir de ahora tendréis de ellos. Sin discusión. Practica para ello. Interioriza el momento. Y si alguna vez te vuelves a cruzar con ese indeseable, superponlo a la imagen de su cara. Tú te mereces mucho más que eso.

Estas son las que yo conozco (y que reconozco que aún no puedo seguir), aunque supongo que todo el mundo tiene las suyas… y se agradecería cooperación… ¿Qué le falta a mi lista?

3 comentarios:

  1. Que corto el camino para amar, y que largo para olvidar...

    Y es que uno se cansa de pensar. Se cansa de querer o de ser malquerido, de soñar lo que ya nunca volverá. Se cansa de sentir, de recordar, de ver, de regresar y de caer, y de volver a levantar. Uno se cansa de simular que se está bien cuando nunca se está. Se cansa de dormir o de no dormir, y de comer, o de no comer, y de llorar o no dejar de llorar. Uno se cansa de seguir, y prefiere parar, y se cansa de parar... y se cansa de estar cansado..., y se cansa de cansar.

    Y es cuando uno no sabe dónde meterse, o de donde salir que no sea de donde se encuentra, pero eso, y por mucho que lo intentemos, una y otra vez, torpemente volveremos a caer en ese maldito agujero del que nos han sometido.
    Y el tiempo no continua. Y miras al reloj y continua la misma maldita hora en que nos dijeron adios, y así, muerto en vida, diambulas con la peor de nuestras suertes. Y seguirás día tras día preguntando "¿Por qué?".

    Pero siempre, siempre, siempre pasa...

    que cuando te has hartado de pedir que todo acabe, un día va y acaba. Sin previo aviso.

    Y entonces empiezas a vivir -que no mal vivir-, y a salir sin asociar, y a fijarte en las tardes anaranjadas, y sonries, y hablas y cantas!!! y comienza tu espejo a reflejar tu felicidad y piensas ¡por que no!... y te abres a otras personas, a otras cosas.
    Y vuelves a soñar, y vuelves a sentir, y vuelves a recorrer caminos y vuelves a ser tú.

    Nota.- Date tiempo y no dejes nada por hacer -toda la equivocación es acierto- que para cuando te llegue, todo habrá acabado.

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  2. Si alguna vez he dado más de lo que tengo
    me han dado algunas veces más de lo que doy,
    se me ha olvidado ya el lugar de donde vengo
    y puede que no exista el sitio adonde voy.

    A las buenas costumbres nunca me he acostumbrado,
    del calor de la lumbre del hogar me aburrí,
    también en el infierno llueve sobro mojado,
    lo sé porque he pasado más de una noche allí.

    En busca de las siete llaves del misterio,
    siete versos tristes en una canción,
    siete crisantemos en el cementerio,
    siete negros signos de interrogación.

    En tiempos tan oscuros nacen falsos profetas
    y mucha golondrinas huyen de la ciudad,
    el asesino sabe más de amor que el poeta
    y el cielo cada vez está más lejos del mar.

    Lo bueno de los años es curan heridas,
    lo malo de los besos es que crean adición;
    ayer quiso matarme la mujer de mi vida,
    apretaba el gatillo... cuando se despertó.

    (Estribillo)

    Me enamoro de todo, me conformo con nada;
    un aroma, un abrazo, un pedazo de pan
    y lo que buenamente me den por la Balada
    de la Vida Privada... de Fulano de Tal.

    (Estribillo)

    Siete Crisantemos
    Sabina Joaquin


    Como sabes no me expreso nada bien. Así que te lo digo en canciones de otros. Un beso de todo corazón. Alba.

    Y como dice Sabina “Lo bueno de los años es curan heridas”

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  3. Bueno guapa, yo lo he echo sin huir del dolor, llora todo lo q necesites, no fingas estar mejor de lo q estas, y tomate tiempo,... el tiempo lo hará por ti. Y sobretodo intenta mantenerte lo más alejada de él que puedas.. Un beso grande.. Ah y abre nuevos horizontes, nuevas personas (como amigos) y nuevos hobbies. Besos http://curandoelcorazon.blogia.com/

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