Los trenes que pasan

En en anterior post una chica fantástica que también pasó por una situación como la mía me hacia ver que a veces, las personas como los trenes pasan una vez en la vida, y que más vale la pena arrepentirse de haberlos tomado que quedarse siempre pensando que no se aprovecharon...

He estado pensando mucho, mucho pero mucho...

He tomado decisiones que me han durado dos minutos, decisiones que he vuelto a reconsiderar, me he dejado llevar por mi intuición (pobre de mi ¿yo tengo de eso?), por mi corazón, por mi cerebro. He hablado del tema, me he enfadado. He pasado una noche sin dormir. He hablado con "él" (sí, el nuevo "él" que no es EL que tengo aún en mi corazón). Me he desesperado porque no lo entiendo, se ha desesperado porque no lo entiendo, hemos estado días trazando círculos concentricos, a veces alejándose él y a veces haciéndolo yo. Mentiría si dijera que veo que es un hombre fácil. Es un hombre ya adulto, con muchas ideas y un estilo de vida asentado, con muchos dolores pequeños y alguno grande. Intuyo en él una persona difícil, apasionada y excitante, todo un reto que no sé como empezar a valorar, porque creo que en este momento mi atención y mis exigencias deberían estar orientadas en mi misma y no en otra persona. A la vez, me conmueven sus carencias, el hecho de que físicamente nos complementemos como lo hacemos, su disposición a alejarse de mi y a volver siempre, negándose a dar por terminado algo que desde la primera mirada fue especial.

Ha sido difícil porque le he dicho que no, le he intentado hacer entender que no podía darle lo que él necesitaba, que ahora estoy tan vacía y a la vez aún tan llena de otra relación que no podría darle lo que se merece, que no es el momento, ni el lugar, ni yo soy la que debo ser, pobre de mi tan débil, tan frágil, añorando a otra persona por las noches y sin embargo, sin dejarlo ir del todo. Y su respuesta ha sido que tenemos lo que tenemos, en este momento. Que mañana las circunstancias pueden ser otras, que si esperamos seguro que nos perderemos, de una u otra forma. Que el no necesita un compromiso ahora, pero si que le gustaría que poco a poco, respetando mi dolor, el que no estoy preparada, el que aún no me pueda enamorar, que le vaya conociendo, que le deje acercarse a mi, compartir un rato cada día. Que vayamos viendo hacia donde va todo esto, si hay esperanza o si todo es una ilusión.

Simplemente que viva, no con él siempre a mi lado pero si teniéndole cerca.

Y no sé si podré, si mi corazón que desconfía de todo podrá soportar otro sobresalto, si mi experiencia que me dice que salga corriendo sabrá mantener el tipo. No sé si seré capaz de encontrar algo bueno en mi para dárselo.

Sigo añorando a otra persona, sigo esperando que esa otra persona se de cuenta de lo mucho que lo quería y vuelva, quiero volver a mi mundo feliz de mayo. Y a la vez, me gustan los ojos de este nuevo "él", la sonrisa que se le insinúa en los labios y le sube a los ojos cuando me acerco, el "coño que guapa eres" de la primera vez que salimos juntos.

Y después de este tiempo, me gusta que alguien que me gusta me coja de la mano.